Coral Vázquez Peña
Santiago de Cuba, 6 oct.— Cuarenta y ocho años han transcurrido de aquel 9 de octubre en que murió el Che. Cómo no recordarlo si las niñas y los niños lo rememoran a diario cuando con pasión repiten una y otra vez ¡Seremos como el Che.
Santiago de Cuba, 6 oct.— Cuarenta y ocho años han transcurrido de aquel 9 de octubre en que murió el Che. Cómo no recordarlo si las niñas y los niños lo rememoran a diario cuando con pasión repiten una y otra vez ¡Seremos como el Che.
Para ellas y ellos siempre está y estará presente porque desde muy pequeñitos saben de la modestia, el desinterés y la voluntad del combatiente cubano argentino que supo convertirse en un modelo de hombre no solo para nuestro pueblo, sino para cualquier pueblo de América Latina, al decir de Fidel.
Por eso cada día el Che está más vivo que nunca. Y no es un sueño, lo sentimos palpitar en cada niño y niña, en cada hombre y mujer, cuando cumplimos nuestros deberes con el estudio, el trabajo y la defensa.
Por eso este octubre y todos los días del año hay muestras de cariño y de respeto hacia un mito que 48 años después, continúa vivo.
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