Por Armando Fernández Martí Santiago de Cuba, 3 sep.— El 3 de septiembre de 1969, hace hoy 46 años, dejó de existir en Hanoi, Ho Chi Minh, el padre de la patria vietnamita, que condujo a su pueblo a la independencia proclamada el 2 de septiembre de 1945 después de 80 años de colonialismo japonés y francés.
El Tío HO, como cariñosamente se le
llamaba, había nacido el 19 de mayo de 1890 en la aldea de Nan Lien en
el seno de una familia humilde. Ya a finales de la Primera Guerra
Mundial, con solo 15 años, Nguyen Al Quoc, que era su nombre, inició la
lucha revolucionaria que no concluiría hasta su muerte.
En 1930 creó el Partido Comunista de Indochina en un país asiático. Sufrió prisión por sus actividades patrióticas y en MIL 941 fundó la Liga por la independencia de Vietnam, propósito que logró el 2 de septiembre de MIL 945 cuando en Hanoi declaró la independencia del pueblo vietnamita y fue nombrado primer presidente de la nación.
En esa misma época y en los años siguientes dirigió sabiamente la guerra contra los colonialistas franceses a quien derrotó en 1954 tras la famosa batalla de Dien Bien Phu. Años después el pueblo de Vietnam se vio obligado a enfrentar a un enemigo mucho mas poderoso y prepotente, el imperialismo norteamericano, quien empleó todo tipo de armamentos y hasta agentes químicos para tratar de doblegar al país indochino.
La guerra, decía Ho Chi Minh, podrá durar cinco, diez, veinte o mas años, pero el pueblo vietnamita no se dejará intimidar jamás. Lo dicho se cumplió y el 30 de abril de 1975 las tropas del antiguo régimen de Vietnam del Sur y las norteamericanas fueron expulsadas de Saigón y derrotadas bochornosamente.
Ya para entonces Ho Chi Minh había muerto. No pudo presenciar físicamente la gloria de aquella gigantesca victoria de su pueblo al derrotar al mas poderoso imperio de la tierra, pero en esa victoria estaba la presencia viva del Tío Ho, tal y como sigue hoy cuando el hermano pueblo de Vietnam avanza por el camino del socialismo y cumpliendo su legado levanta un país diez veces mas hermoso.
En 1930 creó el Partido Comunista de Indochina en un país asiático. Sufrió prisión por sus actividades patrióticas y en MIL 941 fundó la Liga por la independencia de Vietnam, propósito que logró el 2 de septiembre de MIL 945 cuando en Hanoi declaró la independencia del pueblo vietnamita y fue nombrado primer presidente de la nación.
En esa misma época y en los años siguientes dirigió sabiamente la guerra contra los colonialistas franceses a quien derrotó en 1954 tras la famosa batalla de Dien Bien Phu. Años después el pueblo de Vietnam se vio obligado a enfrentar a un enemigo mucho mas poderoso y prepotente, el imperialismo norteamericano, quien empleó todo tipo de armamentos y hasta agentes químicos para tratar de doblegar al país indochino.
La guerra, decía Ho Chi Minh, podrá durar cinco, diez, veinte o mas años, pero el pueblo vietnamita no se dejará intimidar jamás. Lo dicho se cumplió y el 30 de abril de 1975 las tropas del antiguo régimen de Vietnam del Sur y las norteamericanas fueron expulsadas de Saigón y derrotadas bochornosamente.
Ya para entonces Ho Chi Minh había muerto. No pudo presenciar físicamente la gloria de aquella gigantesca victoria de su pueblo al derrotar al mas poderoso imperio de la tierra, pero en esa victoria estaba la presencia viva del Tío Ho, tal y como sigue hoy cuando el hermano pueblo de Vietnam avanza por el camino del socialismo y cumpliendo su legado levanta un país diez veces mas hermoso.
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