Santiago de Cuba, 9 sep.— Con el triunfo de la Revolución fue necesario unificar todo tipo de organización femenina con el firme propósito de avanzar y consolidar de manera rápida las conquistas de los derechos de la mujer cubana.
Vilma Espin constituye una síntesis
perfecta de todo este fenómeno social, histórico y cultural que la
convierte en la eterna presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas
(FMC).
Desde su altura y con una personalidad forjada al calor de las luchas revolucionarias Vilma se da cuenta de la necesidad de desarrollar un trabajo sistemático y sostenido en este caso a la familia, como célula fundamental de la sociedad. De esta manera se emprende por la FMC en 1990, una estrategia encaminada a crear las Casas de Orientación a la Mujer y la familia.
El objeto social de estas casas es orientar a la mujer joven hacia una profesión u oficio, hacia una sexualidad segura, a una planificación familiar ordenada, a una constante superación, cultural, política, social e ideológica. Otro objetivo es que las féminas conozcan sus derechos en cuanto a la violencia contra la mujer, reflexionar acerca de conductas y actitudes estereotipadas.
Además estas Casas se convierten en un espacio que a escala del barrio garantizan intercambios entre las jóvenes que ingresan a las FMC, las dirigentes nuevas y las dirigentes consolidadas propiciando la adecuada preparación metodologica del relevo de la organización de la mujer en aras de asegurar la consolidación de la organización.
Por lo tanto estos 25 años que se cumplen de trabajo organizado y sistemático ha servido además para demostrar al mundo y otras féminas lo que en materia de derechos ha obtenido la mujer cubana y se continua perfeccionando.
Desde su altura y con una personalidad forjada al calor de las luchas revolucionarias Vilma se da cuenta de la necesidad de desarrollar un trabajo sistemático y sostenido en este caso a la familia, como célula fundamental de la sociedad. De esta manera se emprende por la FMC en 1990, una estrategia encaminada a crear las Casas de Orientación a la Mujer y la familia.
El objeto social de estas casas es orientar a la mujer joven hacia una profesión u oficio, hacia una sexualidad segura, a una planificación familiar ordenada, a una constante superación, cultural, política, social e ideológica. Otro objetivo es que las féminas conozcan sus derechos en cuanto a la violencia contra la mujer, reflexionar acerca de conductas y actitudes estereotipadas.
Además estas Casas se convierten en un espacio que a escala del barrio garantizan intercambios entre las jóvenes que ingresan a las FMC, las dirigentes nuevas y las dirigentes consolidadas propiciando la adecuada preparación metodologica del relevo de la organización de la mujer en aras de asegurar la consolidación de la organización.
Por lo tanto estos 25 años que se cumplen de trabajo organizado y sistemático ha servido además para demostrar al mundo y otras féminas lo que en materia de derechos ha obtenido la mujer cubana y se continua perfeccionando.
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