Por Coral Vázquez Peña
Santiago de Cuba, 11 dic.— El amigo de las niñas, los niños y los adultos, el hombre de la Edad de Oro, nuestro José Martí decía que el juego ensancha el corazón y nutre la vida.
Santiago de Cuba, 11 dic.— El amigo de las niñas, los niños y los adultos, el hombre de la Edad de Oro, nuestro José Martí decía que el juego ensancha el corazón y nutre la vida.
Solo por esa razón valió tanto la mañana
que compartieron hoy trabajadores de la Empresa de Investigaciones y
Proyectos de Recursos Hidráulicos con pequeños ingresados en la sala de
Oncohematología del Hospital Infantil Sur de Santiago de Cuba.
Y en el que las monerías de una payasita ayudaron al noble propósito de llevar alegría a tan ingenuos semblantes afectados por la salud porque la inocencia es la felicidad y respetar los derechos de la infancia, es asegurar el futuro.
Las niñas y los niños son el mayor tesoro que tiene el proyecto social cubano. Ellas y ellos saben que tienen derecho a la educación y a la salud, a jugar y a cantar, a reír y a ser libres.
Y en el que las monerías de una payasita ayudaron al noble propósito de llevar alegría a tan ingenuos semblantes afectados por la salud porque la inocencia es la felicidad y respetar los derechos de la infancia, es asegurar el futuro.
Las niñas y los niños son el mayor tesoro que tiene el proyecto social cubano. Ellas y ellos saben que tienen derecho a la educación y a la salud, a jugar y a cantar, a reír y a ser libres.
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