Por Mariano Aldana VillalónSantiago de Cuba, 10 de sept.— Septiembre comenzó como se esperaba con buen volumen de café por acopiar. Con lo hecho en los primeros días de este mes ya se acumula unas 135 033 latas recolectadas para un 36% de ejecución en la variedad arábiga.
Ese resultado pone a su vez en un 12% el
plan provincial de los acopios. Tal y como van las cosas, en este mes
se espera recolectar unas 250 000 latas de café y con ello terminar
prácticamente con el café arábigo. Lógicamente habrá que incrementar el
ritmo diario de recogida de 6 000 a 9000 latas.
Dicho así para sencillo, pero ese compromiso productivo reclama el concurso de todos. Primero no violar la organización de la zafra y estratégicamente mover las fuerzas hacia los llamados picos de maduración para que no se pierda un solo grano.
En ese objetivo toca a las Comisiones Municipales de la cosecha cafetalera defender el estimado en cada lugar, trabajar con eficiencia y calidad y cumplir la contratación y recontratación, y no bajar la vigilancia para evitar los desvíos de la producción.
La cosecha de la variedad arábiga, como todos conocen, exige una mayor atención de las fuerzas que intervienen en la recolección, pues sin una acción cohesionada el café se pudiera perder, ya que a los 7 o 8 días de cae.
Por esa razón, los estudiantes santiagueros ya brindan su modesto aporte. Hoy, algo más de 3 000 educandos y trabajadores docentes se encuentran diseminados por todos los macizos cafetaleros como parte de la llamada escuela al campo.
El estimado general de la cosecha no puede ser violado por ningún concepto. Si todo se hace como está previsto en la variedad arábiga, se entregará lo pactado al plan provincial para enfrentar los grandes volúmenes que reserva el café robusta.
Santiago de Cuba tiene el propósito de acopiar en esta cosecha 1 165 000 latas de café que se traducen en unas 2439 toneladas. Aunque no se podrá repetir lo alcanzado en la anterior recogida, es bueno significar que se trabaja en el programa cafetalero para lograr incrementar los acopios año tras año hasta el 2020, en que se espera llegar al potencial histórico de la provincia.
Dicho así para sencillo, pero ese compromiso productivo reclama el concurso de todos. Primero no violar la organización de la zafra y estratégicamente mover las fuerzas hacia los llamados picos de maduración para que no se pierda un solo grano.
En ese objetivo toca a las Comisiones Municipales de la cosecha cafetalera defender el estimado en cada lugar, trabajar con eficiencia y calidad y cumplir la contratación y recontratación, y no bajar la vigilancia para evitar los desvíos de la producción.
La cosecha de la variedad arábiga, como todos conocen, exige una mayor atención de las fuerzas que intervienen en la recolección, pues sin una acción cohesionada el café se pudiera perder, ya que a los 7 o 8 días de cae.
Por esa razón, los estudiantes santiagueros ya brindan su modesto aporte. Hoy, algo más de 3 000 educandos y trabajadores docentes se encuentran diseminados por todos los macizos cafetaleros como parte de la llamada escuela al campo.
El estimado general de la cosecha no puede ser violado por ningún concepto. Si todo se hace como está previsto en la variedad arábiga, se entregará lo pactado al plan provincial para enfrentar los grandes volúmenes que reserva el café robusta.
Santiago de Cuba tiene el propósito de acopiar en esta cosecha 1 165 000 latas de café que se traducen en unas 2439 toneladas. Aunque no se podrá repetir lo alcanzado en la anterior recogida, es bueno significar que se trabaja en el programa cafetalero para lograr incrementar los acopios año tras año hasta el 2020, en que se espera llegar al potencial histórico de la provincia.
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