Por Coral Vázquez PeñaSantiago de Cuba, 19 may.— Esta es una ciudad llena de historia, cultura y tradiciones. La urbe, próxima ya a la celebración de su medio milenio de fundada, posee calles de gran notoriedad, como son la famosa escalinata Padre Pico y la populosa Enramadas.
También tiene vías que se han ganado un
lugar por ser escenario de importantes acontecimientos históricos y
constituir el lugar donde cayeron valiosos combatientes de la historia
patria.
Otras, como la Avenida de Los Libertadores, merece un espacio por la solemnidad que transmite, al agrupar una gran cantidad de retratos escultóricos de los principales héroes y próceres de las gestas independentistas mambisas.
Esa arteria es considerada, además, el principal eje articulador de la llamada Área Monumental 26 de Julio, emblemática zona patrimonial de la urbe, escenario de los acontecimientos de julio de 1953. Está custodiada, a su vez, por joyas de la arquitectura santiaguera y cubana, entre ellas el antiguo cuartel Moncada y el Palacio de Justicia.
Justo a la vista de transeúntes, causando la admiración de los santiagueros e interrogantes en los visitantes, casi una treintena de retratos escultóricos de los generales de las guerras mambisas se erigen como custodios perennes de la urbe.
Los
bustos que conforman el conjunto monumental de la Avenida de Los
Libertadores son una evocación a la tradición patriótica y rebelde de la
ciudad de Santiago de Cuba. Es también un tributo a memoria de aquellos
que sacrificaron su vida por un ideal de justicia.
Aunque en la Avenida de Los Libertadores solo se representan los generales que intervinieron en las guerras contra el colonialismo español, realmente toda el área es un tributo a las luchas libertarias.
Precisamente la calle está enclavada en el escenario del asalto al antiguo Cuartel Moncada, hecho protagonizado por los jóvenes de la Generación del Centenario.
Cada busto tiene una altura de 58 centímetros, están ubicados sobre un pedestal revestido por planchas de mármol. En el frente se pueden ver en bronce el nombre del patriota, además del grado militar, que se corresponde con una, dos o tres estrellas, según sea el caso.
El cinco de abril de 1995, en el centenario de la muerte de Guillermo Moncada, se reubicaron 22 de los bustos de los generales mambises en los nuevos diseños de la jardinería de la Avenida de Los Libertadores. En esa ocasión también se realizó un nuevo orden de las piezas. Así, por ejemplo, el retrato de Antonio Maceo encabezó la entrada a la vía, la que se corresponde con la intersección con la avenida Victoriano Garzón.
Con motivo del aniversario 60 del asalto al antiguo cuartel Moncada, toda el área patrimonial asociada al hecho fue sometida a un amplio programa de reparación. La Avenida de Los Libertadores formó parte de esta intervención constructiva, que incluyó la limpieza de los bustos de los generales cubanos.
Igualmente se colocaron adocretos en las aceras, se construyeron rampas para mejor acceso de personas con discapacidades. También se estrenaron nuevas cacetas para las paradas de ómnibus, bancos y papeleras, además se embellecieron las jardineras y demás espacios verdes, y se colocaron bombillas con tecnología LED.
Otras, como la Avenida de Los Libertadores, merece un espacio por la solemnidad que transmite, al agrupar una gran cantidad de retratos escultóricos de los principales héroes y próceres de las gestas independentistas mambisas.
Esa arteria es considerada, además, el principal eje articulador de la llamada Área Monumental 26 de Julio, emblemática zona patrimonial de la urbe, escenario de los acontecimientos de julio de 1953. Está custodiada, a su vez, por joyas de la arquitectura santiaguera y cubana, entre ellas el antiguo cuartel Moncada y el Palacio de Justicia.
Justo a la vista de transeúntes, causando la admiración de los santiagueros e interrogantes en los visitantes, casi una treintena de retratos escultóricos de los generales de las guerras mambisas se erigen como custodios perennes de la urbe.
Los
bustos que conforman el conjunto monumental de la Avenida de Los
Libertadores son una evocación a la tradición patriótica y rebelde de la
ciudad de Santiago de Cuba. Es también un tributo a memoria de aquellos
que sacrificaron su vida por un ideal de justicia. Aunque en la Avenida de Los Libertadores solo se representan los generales que intervinieron en las guerras contra el colonialismo español, realmente toda el área es un tributo a las luchas libertarias.
Precisamente la calle está enclavada en el escenario del asalto al antiguo Cuartel Moncada, hecho protagonizado por los jóvenes de la Generación del Centenario.
Cada busto tiene una altura de 58 centímetros, están ubicados sobre un pedestal revestido por planchas de mármol. En el frente se pueden ver en bronce el nombre del patriota, además del grado militar, que se corresponde con una, dos o tres estrellas, según sea el caso.
El cinco de abril de 1995, en el centenario de la muerte de Guillermo Moncada, se reubicaron 22 de los bustos de los generales mambises en los nuevos diseños de la jardinería de la Avenida de Los Libertadores. En esa ocasión también se realizó un nuevo orden de las piezas. Así, por ejemplo, el retrato de Antonio Maceo encabezó la entrada a la vía, la que se corresponde con la intersección con la avenida Victoriano Garzón.
Con motivo del aniversario 60 del asalto al antiguo cuartel Moncada, toda el área patrimonial asociada al hecho fue sometida a un amplio programa de reparación. La Avenida de Los Libertadores formó parte de esta intervención constructiva, que incluyó la limpieza de los bustos de los generales cubanos.
Igualmente se colocaron adocretos en las aceras, se construyeron rampas para mejor acceso de personas con discapacidades. También se estrenaron nuevas cacetas para las paradas de ómnibus, bancos y papeleras, además se embellecieron las jardineras y demás espacios verdes, y se colocaron bombillas con tecnología LED.
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