Logros de la Revolución en la formación de médicos

Por Armando Fernández Martí

Cada 3 de diciembre se celebra en Cuba el Día de la Medicina Latinoamericana, efeméride instituida en homenaje al gran sabio cubano Carlos J. Finlay quien naciera en una fecha como esta en Camagüey

Por sus relevantes méritos científicos, entre ellos el descubrimiento del mosquito Aedes aegypti como transmisor de la fiebre amarilla, en 1933, en el Centenario de su natalicio, la UNESCO reconoció a Finlay como benefactor de la humanidad, lo cual enorgullece a los cubanos y al sistema de salud de la pequeña isla caribeña.

Carlos J. Finlay fue, sin dudas, un precursor de los avances científicos que con orgullo exhibe hoy Cuba y que son además, patrimonio de toda la humanidad como lo fueron en su tiempo los descubrimientos realizados por el eminente sabio camagüeyano.

Y más se agiganta la figura de Carlos J. Finlay Programa de Formación de Médicos Cubanos, integrados en el destacamento que lleva su nombre por los estudiantes de las trece universidades de Ciencias Médicas existentes en el país, así como las facultades independientes en las nuevas provincias de Artemisa y Mayabeque y en el municipio especial Isla de la Juventud.

Antes de 1959 Cuba contaba con una sola escuela de medicina en la Universidad de la Habana con una matrícula que no sobrepasaba los 200 alumnos, mientras que el número de médicos existentes en toda la nación era de unos 6 000, la mayoría de ellos residentes en la capital, donde ejercían la medicina privada.

Debido a la criminal política de Estados Unidos de llevarse a los médicos cubanos para ese país para provocar un caos en el Sistema Sanitario Cubano, que por sí era precario, a partir de 1960 más de 3000 galenos abandonaron la isla, entre ellos, 141 profesores de la Facultad de Medicina de La Habana, quedando solo 15 que con una actitud patriótica asumieron la responsabilidad de formar nuevos profesionales auxiliados por otros más jóvenes que aunque sin experiencia docente se sumaron a ese noble propósito.

Desde 1959 hasta el curso 2013 se graduaron en las universidades de Ciencias Médicas de Cuba 134 401 profesionales de la salud, es decir, 128 000 más que todos los que existían en Cuba en 1959, lo que constituye una de las obras más sobresalientes de la Revolución Cubana en sus 55 años de establecida en el poder.

Significativo es, por ejemplo, que sólo en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, creada hace 51 años y hasta el presente se han graduado 49 782 médicos.

Esa realidad es hoy uno de los logros más trascendentales de la Revolución y el mejor homenaje que puede tributársele al eminente científico cubano Carlos J. Finlay en este Aniversario 180 de su natalicio.