Hace más de un mes publiqué mis reflexiones en este mismo sitio sobre la lentitud con que se acometían las actividades en la recuperación de los pinares en la Empresa Forestal Integral Gran Piedra Baconao, tras el paso del huracán Sandy, y hoy debo reconocer que la situación es mucho más compleja, en nada ha cambiado.
Y a decir verdad, es para preocuparse porque han pasado ya muchos días y los daños se han ido acumulado en la entidad santiaguera la cual se ha visto imposibilitada de cambiar ese cuadro negativo que por demás viene alterar su proceso productivo.
Consultado Saúl Varela, director de la forestal en la provincia, en relación a este panorama negativo, salió a la luz que los recursos adicionales que se habían prometido como buldócer y equipos acopiadores de madera no se han entregado.
Para que se entienda mejor por el trance que esta pasando la Forestal Integral Gran Piedra Baconao, debo significar que se está extrayendo al ritmo normal como si allí no hubiera existido ciclón.
Por esta sensible causa, la empresa enfrenta dos delicados peligros: Primero, que se echen a perder más de 60 000 metros cúbicos de madera (áborles derribados por Sandy que aún no se han recuperados) y la segunda es que no se pueda plantar en las áreas devastadas porque mientas no se saque la madera es imposible preparar el terreno para luego poder depositar las posturas.
Debo aclarar también que ni la ayuda solidaria en hombres llegada de otras provincias ha podido cambiar ese cuadro.
Se por lo que están pasando esos hombres y mujeres de mucha vergüenza y de total entrega al trabajo, pues sobre sus hombros descansa el 54% de la ejecución del plan provincial.
Pienso que no hay que tener una varita mágica para dar un giro de 360 grados positivos en la entidad santiaguera. Hoy como están las cosas solo se resolverá si las partes involucradas en enviar equipos a Santiago de Cuba acaben de cumplir con su palabra.
Prometo que a principios de febrero estaré de vuelta por esos macizos montañosos donde Sandy descargó toda su furia para comentar nuevamente sobre lo que acontece.
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