Para asombro de muchos, la unidad porcina El Brujo pasó de la fase recuperativa a la etapa de normalización productiva, luego del intenso trabajo de su colectivo y la ayuda solidaria de otras provincias del país en algo más de 30 días.
Sin lugar a dudas, para los hombres y mujeres de la entidad santiaguera, el huracán Sandy fue como un medidor de voluntade. Basta señalar que desde que lo permitió el fenómeno natural se desató una fuerte ofensiva para poner de alta las 22 instalaciones afectadas.
La labor más compleja resultó el montaje del techo, tarea que se ejecutó casi en tiempo récord ya que pusieron más de 2 500 tejas de zinc y de fibra de asbesto cemento. Lógicamente, en su ejecución participaron trabajadores de la rama pertenecientes a las hermanas provincias de Las Tunas, Granma y Ciego de Ávila.
El trabajo de la cubierta era, en definitiva, lo que más apuraba, pues los animales en las diferentes categorías reproductoras, pre-ceba y ceba, estaban sufriendo por la incidencia de los rayos solares. Téngase en cuenta que Sandy arrasó, prácticamente, con los techos.
También se laboró fuertemente con el sistema de agua. La inestabilidad del líquido obligó a poner necesarias y urgentes medidas para garantizar este recurso a los animales. Se estabilizó el bombeo, también en pocos días.
Hoy, la masa total de animales goza de buena salud y en esa evaluación brindada por su aparato de dirección, se enfatizaba que fueron determinantes el manejo y alimentación que no se descuidaron en ningún momento con miras a mejorar en el menos tiempo posible los indicadores productivos.
Vencido noviembre, la gente de la unidad porcina El Brujo acaricia la idea de tener un mes de diciembre grande que le permita vencer también su plan técnico-económico del año.
La provincia espera mucho del potencial productivo de esta unidad porcina. Se dice que cuando el Brujo anda bien, todo marcha a las mil maravillas en el territorio. Aquí se producen las toneladas de carne comprometidas en la mayoría de los compromisos para con la ciudad de Santiago, la de mayor densidad poblacional del país.
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