Autor: Coral Vázquez Peña
La experiencia de Cuba en el manejo y la prevención de catástrofes es
una muestra de la necesidad de poner la gestión del conocimiento en
función de los riesgos.
Así lo asegura el Dr. Fernando Guasch,
investigador del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas
(CNAIS), quien añade que el flagelo del desastre está hoy presente en el
área del Caribe y tiene un gran peso a la hora de valorar el desarrollo
sostenible y sustentable en la región.
P: ¿Usted le atribuye gran importancia a la comunicación social y al manejo de los desastres?
E:
La comunicación social en la gestión de los riesgos es fundamental y
Cuba tiene gran experiencia basada en temas como organización,
planificación, entrenamiento, capacitación y solidaridad humana.
Específicamente
la comunicación en la construcción de conciencia parte de un concepto
fundamental que es la corresponsabilidad ciudadana porque el problema de
la prevención no es solo el fortalecimiento de la infraestructura
tecnológica y los sistemas de alertas tempranas, sino también se inicia
con la socialización del conocimiento, y aquí existen ejemplos como
Universidad Para Todos, el trabajo sistemático del Dr. José Rubiera y
materiales divulgativos en la radio y la televisión, entre otros.
El
Centro Nacional de investigaciones Sismológicas de conjunto con el
Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente trabajamos porque
exista una mejor percepción de las amenazas y peligros ante fenómenos
recurrentes y temporales como son los huracanes.
Desde el 2005
aparece dentro de las legislaciones el tema de la gestión de los
riesgos, pero esto se hace imposible si no existe una inserción de la
prevención en la planificación.
P: ¿Qué importancia le atribuye a los espacios de socialización como una forma de comunicar la ciencia?
E:
Por ejemplo, en el Festival del Caribe por primera vez se insertó el
quehacer de la ciencia y me parece un espacio adecuado porque la ciencia
forma parte de la súper estructura de toda sociedad, es también otra
forma de hacer cultura.
Es importante que reconozcamos que a
través de este tipo de escenario y de sus manifestaciones como danza,
pintura o teatro, se puede hacer mitigación y prevención de desastres,
qué es a su vez otra forma de comunicar la ciencia y crear una cultura
necesaria para disminuir la pérdida material y de vidas.
En la
Fiesta del fuego exhibimos un documental que muestra cómo se pueden
emplear las tecnologías de la información y la comunicación, formas de
divulgación, que pueden fortalecer la educación de las comunidades y
sus vulnerabilidades.
P: ¿Cuál sería el reto para el área del Caribe?
E:
Lograr que nuestras islas y archipiélagos no se vean como espacios
aislados, que se integren cada día más, porque ese peligro de
aislamiento puede ser reducido a partir de un trabajo mancomunado, de
intercambio de experiencias.
Igualmente habría que fortalecer no
solo los sistemas de alerta temprana, sino también los mensajes que
dirigimos a la población de esta área del mundo, porque el factor social
es igual de importante.
El CNAIS le da mucha importancia a este
trabajo, más aún después de las nefastas consecuencias del terremoto de
Haití, donde existieron riesgos como insalubridad, la falta de gestión a
nivel local, de acceso a los recursos, son experiencias a estudiar y
evitar en otras naciones del Caribe.
P: ¿Cómo es la
proyección del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas hacia el
área del caribe, el resto del continente y el mundo?
E:
Nosotros hemos desarrollado un programa de colaboración con Centro
América desde el año 2004, con un proyecto piloto en Nicaragua que para
nuestra suerte fue reconocido como la mejor experiencia a nivel regional
al año siguiente.
A partir de ahí hemos desarrollado un programa
sistemático de cooperación con el programa de formación de capacidades
para la gestión del riesgo el que opera en Guatemala, El Salvador,
Nicaragua y Honduras.
Lo primero que hemos realizado ha sido la
socialización de las metodologías desarrolladas en nuestra institución y
país, entre ellas los diagnósticos situacionales con fines de gestión
de riesgos y el estudio de escenarios pre-desastres, este último que
comprende una serie de análisis anticipativos que permiten disminuir el
impacto de los fenómenos naturales.
Hemos publicado nuestros
resultados, los cuales se emplean como materiales didácticos en
diferentes comunidades y recientemente hicimos un kit educativo para la
capacitación comunitaria en gestión de riesgos el que es empleado como
base material en el Ministerio de Educación de El Salvador.
Nuestro
último resultado está vinculado a lo que hablábamos de la comunicación
social, un trabajo de vulnerabilidad social con enfoque de género ante
el cambio climático, un resultado que recoge las experiencias de 18
comunidades de Nicaragua y El Salvador.
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