Autor :PL
Cuando el bienestar pleno de los niños resulta una quimera para
numerosas naciones, Cuba celebra hoy el Día Mundial de la Infancia con
encomiables resultados y el reconocimiento internacional por la
protección de sus menores.
Salud, educación, cultura, deporte,
leyes...en estas y otras áreas el gobierno y las instituciones de la
nación caribeña combinan esfuerzos para garantizar el disfrute de los
derechos de sus infantes.
El pasado mes de febrero, durante la
presentación del informe sobre el Estado Mundial de la Infancia 2012, el
representante de la Unicef en la isla, José Juan Ortiz, resaltó que
Cuba constituye un ejemplo de sociedad equitativa, con la voluntad
política de proteger a niñas, niños y adolescentes.
En
declaraciones a la prensa, el funcionario destacó que los cubanos
cuentan con escolarización plena, derecho a la participación y
posibilidad de jugar en la calle, cuando en otras naciones no sucede así
por la inseguridad y la violencia.
Para Ortiz, Cuba es un modelo
en el cumplimiento de la Convención sobre los derechos del niño y posee
experiencias para mostrar al mundo, en espacios como la educación y
salud, que son gratuitas y accesibles para todos.
Ello se
sustenta en hechos como que la mortalidad infantil en 2011 fue de 4,9
por cada mil nacidos vivos, mientras cada niño cubano está protegido
contra 13 dolencias, entre ellas la poliomielitis, tuberculosis,
difteria, tétanos, tos ferina, sarampión y hepatitis.
En su más
reciente informe sobre educación, la Oficina Nacional de Estadísticas
(ONE), reflejó que en el curso 2010-2011 la enseñanza primaria y la
secundaria concluyeron con una retención docente de 98,7 y 97,9 por
ciento, respectivamente, lo que ratifica el bajo escenario de deserción
escolar en la isla.
Desde el punto de vista jurídico, los
derechos de los menores también se encuentran amparados por un sistema
de leyes que toma en cuenta su bienestar y desarrollo.
El abogado
español Carlos Villagrasa, quien visitó Cuba a finales de 2011 como
profesor de un curso de la Escuela Iberoamericana de Derecho de Familia,
comentó a Prensa Latina que la nación antillana constituye una
excepción en medio del contexto del continente.
Cuba es el mejor
ejemplo de que, a pesar de la falta de recursos económicos, se puede
proteger a la infancia si existe una apuesta decidida para atender a sus
necesidades básicas, aseguró el también profesor de la Universidad de
Barcelona. Un ejemplo de las acciones desplegadas a nivel nacional está
en el proyecto Por un mundo al derecho, en el cual se unen profesionales
del Ministerio de Justicia, la Federación de Mujeres Cubanas y de
sectores como la salud, la educación, la cultura, la ciencia y el
deporte.
El objetivo de la iniciativa es que la familia conozca
mejor las leyes para la protección de niños y adolescentes, y según su
coordinadora nacional, Ana Audiver, 10 años después de su fundación
existen más de 169 círculos de interés en todo el país en los que se
enseña y se debate sobre el tema.
De ese modo, cuando millones de
niños en todo el mundo sufren a diario la vulneración de sus derechos,
Cuba celebra la efeméride con actividades culturales y deportivas en
colectivos e instalaciones escolares, plazas, calles, parques, hogares
de niños sin amparo familiar, hospitales y salas de pediatría.
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