Santiago de Cuba, 16 feb.— Nunca antes había probado tantas variedades de café. Aunque conocía por tradición oral los cientos de atributos que posee el afrodisiaco, saborearlo en confitería, repostería, helados, bombones y hasta comidas es algo que siempre agradeceré al recién inaugurado Café Constantin.
La instalación de Palmares ofertara sus servicios de nueve de la mañana a nueve de la noche con puro café de la montaña pues justo en esos lares nació la historia que le dio nombre. Según narra Omar López, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, quien participó en la apertura, a
Victor Constantin fue uno de los cientos de franceses que arribaron a la isla y compraron terrenos en la Gran Piedra a Prudencio. Constantin llego a poseer 12 caballerías de tierra en la que desarrollo el cultivo del café.
Una historia de amor también aderezza a este rincón que hoy estudia y comercializa la codiciada y aromática planta.
Cuentan que el enigmático y bizco Constantin faltaba a las reuniones y tertulias pues prefería pasar sus horas con Isabel María. Aquel recuerdo es desempolvado siglos después para matizar un café que ofrece otros productos como los rollitos de pollo al cafetal o los camarones a La Isabelica con licor de café. Todos sabores bien combinados que nos deleitan por su color acaramelado, la espuma en su superficie, acompañado de un chocolate amargo que realza y enfatiza sabores inolvidables.
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